[VIAJAR EN PANDEMIA: LISBOA]

La primera semana de agosto viajamos a Lisboa. El viaje no fue planificado con antelación. La pandemia nos llevó a improvisar. 

Elegimos Portugal, por la proximidad con España, que nos aseguraba que en caso de confinamiento u otra medida radical, pudiéramos volver rápido a casa, ya fuera en avión, tren o auto. 

Tuliday - Aeropuerto de Barcelona 

Viajamos en TAP Portugal. Lo primero que nos sorprendió, habiendo viajado en otros agostos, fue lo vacío que estaba el aeropuerto de Barcelona. Tiendas cerradas, lugares para comer cerrados. El control de seguridad no llevó más de 20 minutos. 

Pensamos que nos tomarían la temperatura antes de subir al avión, pero ahora el aeropuerto cuenta con cámaras térmicas que se encargan de detectar quién está a más de 37 grados. 

 

En los vuelos, tanto de ida como de vuelta, la mascarilla es obligatoria todo el tiempo. Te ofrecen toallas sanitarias para que te limpies las manos y tu asiento también. En el vuelo de ida, nos entregaron un formulario para completar con los datos de contacto y la información específica del vuelo para rastrearnos de ser necesario. En la entrada a España, estaba la opción de rellenar el formulario en el aeropuerto o hacerlo el día antes a través de una app para este fin, y con un código QR ingresar al país. Está opción ahorra mucho tiempo. Cuando se hace esta entrada, se pasa por una cámara que también detecta la temperatura. 

 

 

Después de esta breve introducción, necesaria por los tiempos que corren, vamos a lo interesante: LISBOA.

 

Aclaro que todo lo que voy a contar son mis percepciones totalmente subjetivas y personales. Amo Lisboa. Me encantan sus colores, sus azulejos, sus subidas y bajadas. Tiene un no sé qué, que me gusta.


Barrio alto de lisboa - Tuliday

 

Es muy tranquila, se puede caminar por cualquier lado, y es muy barata también.

 

Lisboa tiene una historia y geografía intrínsecamente relacionadas. La ciudad está rodeada por 7 colinas, de ahí las subidas y bajadas y la creación del práctico tranvía y algunos elevadores.  

La historia de la ciudad es muy interesante, por su posición sobre el rio Tajo significó (y todavía lo es) un puerto importante para los exploradores en la época del descubrimiento. Hoy es un puerto que compite con el de Bilbao.

Además, sufrió varios terremotos, el más importante en 1755. Se lo llama “el gran terremoto de Lisboa” por el daño que causó tanto a nivel de infraestructura como de pérdidas humanas (entre 60.000-100.000).

Este terremoto estuvo seguido de incendios y tsunamis. Su estudio fue un importante puntapié para el nacimiento de la sismología.

 

Algo característico de la ciudad son los miradores y elevadores, que permiten una vista global de la misma. También los tranvías amarillos construidos en madera y tan antiguos que son un viaje en el tiempo.

 

Tranvia 28 - Lisboa



Nosotros estuvimos 5 días, tiempo más que suficiente para verla toda!

Se puede decir que Lisboa tiene 5 zonas principales, cada una con un estilo y cosas interesantes para ver y hacer.

 

La Baixa

 

La Baixa se podría considerar como “el centro” desde un punto de vista de visitante. Lo principal de esta zona son las plazas.

La Plaza del Comercio fue nuestra primera parada. Es una plaza de grandes dimensiones. Cuando funcionaba allí el palacio real era la plaza mayor de la ciudad. Está ubicada sobre el Rio Tajo funcionando en su momento como entrada de los navegantes a la ciudad. Tiene un gran arco, que es literal la puerta a Lisboa. 


Plaza del comercio



Este arco está sobre Rua Augusta, una calle repleta de tiendas y lugares para comer. Recomendación: evitar comer aquí y en cualquier lugar que tenga fotos de los platos en el menú. El tercer día caímos cansados y con calor. En estado vulnerable dijimos sí a una paella y una ensalada por 10€ y terminamos asqueados. 

 

Tomando Rua Augusta llegamos a uno de los elevadores más importantes de la ciudad: Elevador de Santa Justa. Los elevadores, además de tener unas increíbles vistas sirven como “atajo” para llegar desde La Baixa hasta El Alto.




El precio es de 5,30€ y las vistas lo valen. Bajando en el Barrio Alto, llegamos a la puerta del Convento Do Carmo, son las ruinas de lo que quedó del gran terremoto.

 

Si seguimos caminando por la Baixa llegamos a la Plaza del Rossio. Una plaza muy famosa y central de la ciudad. 

Algunos datos curiosos: su piso es en líneas sinuosas blancas y negro, el mismo diseño que tiene el paseo de Copacabana en Rio de Janeiro. Al lado está la estación de trenes del mismo nombre, donde se puede tomar el tren para ir a Sintra y otras ciudades. 

El dato de mayor color, es que en esta zona (Plaza de los Restauradores) se ubica el local creador de la Ginjinha, donde se puede tomar este licor a base de cerezas, azúcar y canela. Se sirve en un pequeño vasito de vidrio y cuesta unos 2€. Este licor es típico de Lisboa y merece la pena probarlo y visitar el pequeño local.

 


Avenida da Liberdade

 

Esta es una avenida a la que se puede llegar desde La Baixa. En ella están las mejores marcas y hoteles (un estilo Paseo de Gracia). Lo que tiene de encanto es que es ancha y con una gran arboleda. Subiendo por ella se llega al Parque de Eduardo VII, que tiene un laberinto central además de muchísima sombra, para nosotros ideal por el calor que hacía. 


El Chiado y Barrio Alto

 

Estos dos barrios representan los más bohemio y alternativo de Lisboa. Es donde se concentran los bares, cafés y restaurantes con más onda. Por este barrio pasa el tranvía 28, al que se puede subir por 3€ si se paga en el momento. Hay opciones más económicas comprando los tickets antes o una tarjeta de transporte.







Convento do Carmo: Son las ruinas de una convento destruído en el gran terremoto. Se puede llegar fácilmente al bajar en la parte alta del elevador de Santa Justa. 



Cerca del Barrio Alto se encuentra la Rua Nova do Carvalho, una calle que se pintó completamente de rosa con el objetivo de atraer personas a un área que estaba llena de burdeles. De a poco se reformó a zona y por la noche es una zona divertida para comer o tomar algo.

 

La Alfama

Es el barrio más antiguo de la ciudad y donde más se evidencia la geografía de subidas y bajadas. Es un barrio residencial más allá de la cantidad de turistas que recibe. 

Se caracteriza por sus calles pequeñas y laberínticas, y sus balcones llenos de flores. Alfama viene del árabe (de la época en que los musulmanes ocupaban la zona) y significa fuente. Esto coincide con la presencia de aguas medicinales subterráneas.



En la zona de la Alfama y subiendo la montaña, hay muchas cosas interesantes para ver:

 

-       Mirador de Santa Lucia

Este mirador se encuentra en la parte baja de la Alfama, desde allí se pueden ver el rio Tajo y el puente 25 de abril. 

 

-       Catedral de Lisboa.

Al frente del mirador de Santa Lucia, se encuentra la Catedral Santa María Maior de Lisboa. Una construcción que combina varios estilos arquitectónicos al haber sufrido los daños de terremotos e incendios. Se estima su origen en el siglo XIII, lo curioso es que hay discrepancias sobre si se construyó sobre una mezquita o sobre algún templo pagano de la época. Para ingresar se debe pagar entrada (o esperar al horario de misa).

 

-       Castelo de Sao Jorge

Si subimos desde la Catedral y paseamos por la Alfama, llegaremos a la entrada del Castelo Sao Jorge. Un castillo medieval musulmán, construido en el siglo XI. 

Dato curioso, no era un castillo para residir, si no que funcionaba como fortaleza y para guardar munición militar. La ubicación era estratégica, en la cima de la colina más alta de la ciudad. Desde allí se puede ver toda la ciudad, el puerto y el puente 25 de abril (el nombre es porque en esa fecha en 1974 se llevó a cabo la revolución que instauró la democracia en Portugal).



En la actualidad esta abierto los 7 días de la semana y tiene las mejores vistas. La entrada es 10€ y vale la pena. 

A la salida está Portugal Experience, un local destinado a turistas, donde se puede probar los pasteles de bacalao (que en realidad tienen el tamaño de una croqueta grande) y el vino blanco de Oporto. ¡La croqueta es increíble, el vino dulcísimo! La única pega, te dice que te regalan la copa de vidrio, pero en realidad te la cobran, y terminas pagando 12€ la croqueta y el vino 🙈.


Belem

 

Belem es el barrio más lejano de Lisboa, se puede llegar en tranvía o en bus. La razón por la que llegan tantos visitantes es la Torre de Belem (1514), que servía como punto para recibir y despedir excursionistas en la época del descubrimiento, también sirvió como prisión y como centro de recaudación de impuestos.



 

En este barrio está el Monasterio de los Jerónimos a quienes se les adjudica la famosa receta de los pasteles de Belem. El monasterio es alucinante por fuera (y según las fotos también por dentro). En otras alas del monasterio funcionan en la actualidad el Museo de la Marina y el Museo de Arqueología. 

 


Para mi Lisboa se sale del molde en relación al resto de las capitales europeas y eso la hace original y atractiva para visitar. 

Espero les haya gustado este resumen y las fotos! En breve tendremos el video del viaje en Núcleo Millennial. 

C.



          

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