TULIDAY

La ciudad más poblada. Y la más rica de la India. En pleno desarrollo. Hasta 1995 se llamó Bombay, luego lo cambiaron a Mumbai por la diosa Mumba Devī. Bulliciosa. Un poco más ordenada. Con mucho verde. Parques y museos. Muchos colegios, universidades y hospitales. Muchos edificios en construcción. El metro en expansión. Mucho potencial. Muy colorida. Muy colonial y europea. Cultural. Con muchos cines, algunos abandonados otros con la última tecnología. Es la cuna de Bollywood. El Hollywood indio. Y les va muy bien. Las películas duran cerca de 3 hs. La gente baila y aplaude. No lo vimos. Nos lo contaron. Lo que sí vimos fue que, al empezar la película se paran y cantan el himno. Y que las películas siempre tienen intervalo al medio. A la playa la usan como parque. Van vestidos y juegan al fútbol y al críquet. Está muy occidentalizada. Hay más jeans que Saris, jóvenes con vestidos cortos y parejas de la mano. Un abismo en relación a lo que veníamos viendo.

Después de un bus de 5hs donde cruzamos vacas. Camellos. Bicis con cargamentos tres veces más grandes que ellas y coloridas procesiones, llegamos a Jaipur. La ciudad rosa de India. Primera impresión: más sensación de ciudad desarrollada. El bus decidió dejarnos en la parada del centro. Resultado : avalancha de vendedores, de hecho uno nos acompañó 10 min caminando hasta el Pizza Hut . Almorzamos. Y a la salida, estaba en la puerta esperando. La ciudad en sí, es llamativa a nivel arquitectónico y toda rosa, aquí la explicación: En 1876 el Príncipe Alberto estaba de tour por India, y los Maharajas buscaban agasajarlo para que tome interés en sus territorios. El Maharaja de Jaipur, para atraer al Príncipe, mandó construir una sala de conciertos en su nombre. Hoy el Albert Concert Hall Museum. Además, para mejorar el estado de los edificios de arenisca, ordenó pintarlos color rosa, para resaltar el color del material. Desde ese día este color se asocia a la hospitalidad de l

Después de Varanasi , Agra fue un respiro. Es que uno acostumbrado a la “civilización”, se siente más cómodo cuando hay calles asfaltadas, es así. Hay veredas. Hay menos puestos y más locales comerciales.  La gente no acosa ofreciendo cosas y dentro de todo se respira algo de orden. Será la presencia del Taj Mahal . Símbolo del amor entre un emperador mogol y su mujer, que parece transmitir algo de esa mística a la ciudad. Definitivamente el monumento es la joya de la ciudad. O como su nombre indica la “Corona de Mahal” mujer del emperador. Una construcción enorme en mármol blanco, perfectamente simétrica hasta en el mínimo detalle. Tanto amaba la simetría el emperador, que sus 4 lados son iguales, y al frente tiene un espejo de agua para que se refleje generando más simetrías. El Taj atrae a viajeros de todo el mundo y de la India misma. Personas de pueblos lejanos que en su vida vieron un occidental. Y cuando ven uno, le piden una selfie. Y después llaman a to

Si Nueva Delhi era caótica Varanasi la supera con creces. Estación de tren, después de 15 hs de viaje. Se nos abalanzan. Ofreciendo cosas. Ofreciendo taxis o tuk tuk . Hay monos, gente, gente y más gente. En ese caos decir “ Uber ” es palabra mágica para que se alejen todos. Camino al hotel, se ve toda la pobreza en la que uno piensa cuando piensa en la India. Acá si hay vacas. Muchas. Y chanchos. El contraste entre el hotel increíble, y lo que se ve del otro lado de la tapia es perturbador. Tanto que es difícil disfrutar de la piscina pensando lo qué hay del otro lado. 4am nos vamos al Ganges . Hay poca gente en la calle. Negociación mediante subimos a un bote. Nosotros dos y 4 indios. Nos llevan por el río. Gente bañándose. Lavándose los dientes. Lavando ropa. Tomando agua. Una de las aguas más contaminadas del mundo, y para ellos, la más sagradas. Ironías de la India. Parte espiritual. Vemos cremaciones. El olor es fuerte. Pilas de leña se acumulan. Familias

Caos. Suciedad. Ruido. Smog. Sorprendentemente no huele mal. Miradas intensas. Caminamos. Motos, autos y gente por todos lados. Nos miran. Hacemos que no sentimos las miradas. Nos sacan fotos. Me tocan la cola. Hay escupitajos de betel por todos lados. Hay vacas. Pero no tantas. Hay basura. No tienen concepto de limpieza. Envoltorio vacío va directo al suelo. Sacamos fotos. Nos piden fotos. Selfies. Nos subimos a un rickshaw. Samam es el guía. Sonriente. Buena onda. Nos lleva por los bazares. Bazar del Sari. Bazar de la plata. Bazar de las especias. Nos lleva al rooftop. Vemos una mezquita abajo y casas hacinadas. “La gente vive y trabaja en el mismo lugar para ahorrar” nos dice. Dice que trabaja 365 días. Sin vacaciones. Su mujer no trabaja. “Es buena pero no inteligente, mejor se queda en casa y yo trabajo”. Nos lleva al Fuerte Rojo. Fin del viaje. Pagamos. Quiere más de lo acordado. Discutimos. Insiste. Cedemos un poco más. Se va enojado. Ni atisbo d

Viernes 17 de agosto de 2018 Amanecemos a las 6am, diluvia. Nos vamos a pasar 2 días en Nusa Penida , una isla al lado de Bali.  Llega nuestro chófer y partimos.  Llegamos al puerto. La tormenta no para, la calle está inundada, y no hay muelle para llegar al bote.   Decidimos cancelar cuando el del tour nos dice que nos pueden llevar al otro día. Desde Starbuck reservamos un nuevo hotel. En Bali hay mucha pobreza, sin embargo Starbucks y Polo Ralph hay en todos lados, abundan. . Sábado 18 de agosto   Amanece nublado, pero no llueve.  Después de 40 min en bote llegamos a Nusa, el agua ya se veía cristalina.  Al momento de pisar el puerto ya nos ofrecen taxis y motos. Nuestro plan es alquilar una moto para ir a Crystal Bay y a Kelingking Beach . Nuestro plan.... Eric, un local, nos ofrece una moto. Después de esperarlo que fuera a su casa a buscar los casco, cerramos la transacción y partimos a nuestro destino.   A los 800 mts la moto hace un estruendo y se fu

Ya van 15 días de este viaje, y este día decidimos tomarnos un descanso, y llamar a un guía que nos lleve a ciertos lugares claves. A las 7am nos buscó Wayan por el hotel, y en una Toyota último modelo impecable empezó la jornada. Nos contó que ellos ahorran para comprarse las camionetas, y después, trabajan como guías llevando turistas a los templos.  Ellos solo manejan, no son "Guías culturales" y aunque callado, después de varios intentos logramos sacarle algo de info. La primera parada fue el templo de Besakih, la entrada al templo incluye un guía personalizado que te acompaña (pero igual te pide una propina al finalizar). Nuestro guía se llamaba Mané, dijo tener  unos 45, tenía un hijo de 10 y otro de 15, pero el parecía tener 100 años. Piel curtida y boca desdentada, pero una sonrisa inmensa. Mané, nuestro guía en el templo. A lo largo del recorrido, nos explicó muchas cosas interesantes sobre el Hinduísmo, que la religión tiene un solo Dios, y que este

El miércoles, después de desayunar, alquilamos en una caseta al frente del hotel, nuestra nueva compañera de viaje: Scoppy. Una scooter Honda roja, que nos llevaría por toda la isla. Una vez subidos partimos con destino a Megwi al norte de la isla. El viaje fue, por decir algo, interesante. El tráfico es CAÓTICO, con mayúsculas. No hay semáforos, y las pocas sendas peatonales que hay están desteñidas. Todo se guía por el "sentido común" y el resto de los 5 sentidos en alerta permanente. El tráfico es mezcla de motos destartaladas, vans que llevan turistas, carros con animales, motos con familias enteras y alguna que otra jaula, y motos con turistas que se largan a esta locura, nosotros incluidos en estos últimos. Por suerte Fede iba tranquilo, yo atrás  con una mochila y el Google Maps, me bajaba y me temblaban las piernas. Cuando llegamos al hotel, nos encontramos con un paraíso, el Umasari Rice Terrace (sí pueden googleenlo). Está en medio de plantaciones de