[VIAJAR EN PANDEMIA: LISBOA]
La primera semana de agosto viajamos a Lisboa. El viaje no fue planificado con antelación. La pandemia nos llevó a improvisar. Elegimos Portugal, por la proximidad con España, que nos aseguraba que en caso de confinamiento u otra medida radical, pudiéramos volver rápido a casa, ya fuera en avión, tren o auto. Viajamos en TAP Portugal. Lo primero que nos sorprendió, habiendo viajado en otros agostos, fue lo vacío que estaba el aeropuerto de Barcelona. Tiendas cerradas, lugares para comer cerrados. El control de seguridad no llevó más de 20 minutos. Pensamos que nos tomarían la temperatura antes de subir al avión, pero ahora el aeropuerto cuenta con cámaras térmicas que se encargan de detectar quién está a más de 37 grados. En los vuelos, tanto de ida como de vuelta, la mascarilla es obligatoria todo el tiempo . Te ofrecen toallas sanitarias para que te limpies las manos y tu asiento también. En el vuelo de ida, nos entregaron un formulario para completar con los datos de contac