CAFECITO CON LORENZA
En invierno empezamos a venir a almorzar a una cafetería que está a unas cuadras de la oficina. En verano íbamos a un parque pero con el frío buscamos un plan b. La café se llama Vivari, es una cadena que hay por toda Barcelona, pero con alma de barrio, porque a la misma hora siempre estamos los mismos. Una de las asiduas es Lorenza, una mujer mayor de Perú que viene a tomar un café y jugar al parchís con la mujer que cuida, una española del país Vasco que tiene 92 años y parece de 70. Es altísima y tiene la piel increíble, pero además tienen la mente súper lúcida.
Hoy comí sola, porque Carlos y Marisa mis compañeros de trabajo no vinieron. Así que me senté con mi vianda (compramos agua y café como excusa para sentarnos) y me puse a charlar con Lorenza (la otra viejita hablaba con otra viejita= ya se darán cuenta como viene la población Europea), y resultó ser de lo más interesante, me contó que hace 14 años está en España, obtuvo la residencia por arraigo, a los 3 años de vivir te la dan. Hace 14 dejó en Perú a su marido y 2 hijas, y empezó a mandarles plata, una se recibió de odontología, la otra psicología. Siguió mandándoles plata hasta que se pudo venir la odontologa, que llegó y trabajó de todo (limpiando casas, cuidando niños y viejos, vendiendo) y ahora a los 40 logró homologar el título y trabajar de lo ella en un hospital. La otra hija y el marido vinieron a visitarlas para el casamiento de la mayor con un catalán, lo feliz que se ponía Lorenza cuando me contaba, "alto, rubio, y se preocupa mucho por ella y por mi!" Al marido y a la otra hija no los puede traer todavía, por tema papeles, pero está haciendo lo posible, si consigue aunque sea un contrato de trabajo de servicio doméstico para la hija, ya se la puede traer, yo le dije que voy a estar atenta si me entero de algo...
Parece tan buena Lorenza, esas personas con una vida sufrida pero que nunca perdió la esperanza y las ganas de trabajar y lograr lo que quería. Me dijo "tú tienes idiomas y una carrera (yo le había contado en otra ocasión) así que puedes hacer lo que quieras y trabajar en donde quieras, ponte una meta y trabajas y si te casas, te casas bien, nada de un vago o alguien que no quiera lo mismo que tú"
Y para finalizar la típica de las madres (que es mundial y no hace distinción de raza o clase) "te cuidas y come bien, para no enfermarte"
Ese fue el cafecito de hoy con Lorenza, pequeños encuentros de la vida, ahora sigo rumbo a la oficina, y agradeciendo que tengo un trabajo, que me puedo mantener a mi misma y que allá están todos bien!
C.
Hoy comí sola, porque Carlos y Marisa mis compañeros de trabajo no vinieron. Así que me senté con mi vianda (compramos agua y café como excusa para sentarnos) y me puse a charlar con Lorenza (la otra viejita hablaba con otra viejita= ya se darán cuenta como viene la población Europea), y resultó ser de lo más interesante, me contó que hace 14 años está en España, obtuvo la residencia por arraigo, a los 3 años de vivir te la dan. Hace 14 dejó en Perú a su marido y 2 hijas, y empezó a mandarles plata, una se recibió de odontología, la otra psicología. Siguió mandándoles plata hasta que se pudo venir la odontologa, que llegó y trabajó de todo (limpiando casas, cuidando niños y viejos, vendiendo) y ahora a los 40 logró homologar el título y trabajar de lo ella en un hospital. La otra hija y el marido vinieron a visitarlas para el casamiento de la mayor con un catalán, lo feliz que se ponía Lorenza cuando me contaba, "alto, rubio, y se preocupa mucho por ella y por mi!" Al marido y a la otra hija no los puede traer todavía, por tema papeles, pero está haciendo lo posible, si consigue aunque sea un contrato de trabajo de servicio doméstico para la hija, ya se la puede traer, yo le dije que voy a estar atenta si me entero de algo...
Parece tan buena Lorenza, esas personas con una vida sufrida pero que nunca perdió la esperanza y las ganas de trabajar y lograr lo que quería. Me dijo "tú tienes idiomas y una carrera (yo le había contado en otra ocasión) así que puedes hacer lo que quieras y trabajar en donde quieras, ponte una meta y trabajas y si te casas, te casas bien, nada de un vago o alguien que no quiera lo mismo que tú"
Y para finalizar la típica de las madres (que es mundial y no hace distinción de raza o clase) "te cuidas y come bien, para no enfermarte"
Ese fue el cafecito de hoy con Lorenza, pequeños encuentros de la vida, ahora sigo rumbo a la oficina, y agradeciendo que tengo un trabajo, que me puedo mantener a mi misma y que allá están todos bien!
C.
Comentarios
Publicar un comentario